En un paréntesis donde las mentes no controlan su propia envergadura.
Sucedió. Llevándoles esto a enloquecer.
Solamente el responsable supo cómo sucedió. Devolver esos hijos a sus madres.Devolver esas Madres a sus maridos.
Solamente a un hijo sin madre se le podía ocurrir.
Salvar del martirio mecánico a qué eran expuestos los cilindros bloqueados por la negación.
Creyendo y queriendo ser payaso.
Hasta hacerles olvidar.
Volver a poner sus circuitos en funcionamiento sólo cuando no eran responsables.
Hasta que un Blasf se sintió en el líder quemado.
Aquello no se ha olvidado y por más y más Km y por más camino que se alargue el fraude.
Jamás Dios le echará la culpa a nadie.